lunes, 19 de julio de 2010

Balaitus, 6 a 11 de julio

Nos reunimos estos días para dar fin al previo antes de la expedición a Pakistán: Miriam Marco, Maider Fraile, Simón Elías y yo. Sonrisas y lágrimas. Días de alpinismo, esfuerzo, bromas, canciones…, salpicados por la triste noticia de la pérdida de dos compañeros de afición en Perú: Daniel Crespo y Alex Bonilla. A ellos dedicamos la actividad desarrollada en estos días de encuentro con la montaña.
La semana se inicia el martes seis de julio en Madrid, cumpliendo los trámites pertinentes en el CSD por la mañana, y disfrutando del granito perdicero por la tarde. Gracias a David Bautista, alias “el largo”, que además de permitir que invadiéramos su casa en un despliegue de mochilas, bolsos, zapatillas, neceseres… (en fin, no vamos a entrar en detalles…), fue un excelente anfitrión llevándonos a conocer sectores como  “la nevera”, o las fisuras escondidas en el puerto de Navacerrada.

El miércoles por la tarde retomamos el volante y nos dirigimos a Zaragoza, donde el día ocho nos sometemos a un sinfín de pruebas médicas en el HCU (¡menos mal! ¡pasamos la ITV!). Desde allí continuamos camino hacia Porte d´Arrens (1500 mts. pirineo francés), para llegar al refugio de Larribet (2000 mts., acceso a la Norte del Balaitus) cerca de las doce de la noche. ¡Santa Paciencia la del guarda, que nos espera con la cena preparada!
Al día siguiente, y pese a las ganas de seguir dando forma a los colchones que nos acogen, madrugamos para escalar la vía Asez Josephine en el Petit Balaitus (250 mts.,7a, siete largos). Jornada de alpinismo deportivo disfrutona, que concluye con un “pateo” al Boulevard Packe, desde donde oteamos la pared Norte del Balaitus y nos ilusionamos ante la posible línea a abrir al día siguiente.
El descenso por la base de lacara norte y por los lagos de Batcraberé nos lleva nuevamente hasta el refugio de Larribet con la esperanza de llenar nuestros estómagos con una suculenta cena. Por supuesto, nuestras expectativas se ven cumplidas con creces (¡gracias, gracias, gracias!!!)
El sábado diez nos espera una jornada intensa. Largo tras largo abrimos la vía Daniel Crespo, que termina en la Brecha de los Sarrios, juntándose con la Arista Noroccidental y con las otras vías de la cara Norte. Desde allí se accede a la cima de la montaña (3144mts.). La calidad de la roca nos permite disfrutar de una excelente escalada aunque, eso sí, de vez en cuando hay que apretar los dientes.
Para variar el regreso y no rondar siempre por los mismos lares, realizamos el descenso por la vía normal española de la brecha de Latour. Durante la bajada vemos una línea atractiva en la pared de la izquierda del Diedro Sur, abierto en los años 60 por Ursicino Abajo. Una buena opción para el último día!
Pero antes de nada, bajamos al refugio de Respumoso (2200mts.) trotando por las laderas para llegar a una hora “prudencial”.
¿Quién habla de la paz y la soledad de las montañas? Entre una inmensa multitud, David Abajo, hijo de Ursi, se las ingenia para acogernos, darnos de cenar y proporcionarnos un techo para pasar la noche. Pese a parecer reincidente, otra vez gracias!
Y llega nuestra última jornada. La iniciamos cuesta arriba, desandando los caminos por los que la tarde anterior correteábamos como cabras montesas.
Ya en la base de la rimaya que bordea la pared sur, Miriam y Maider se dedican con esmero a una nueva modalidad alpina: la espeleología gélida en busca de algún pequeño torrente donde recoger agua. Por cierto, exitosa labor, que trae como resultado bidón y medio. ¡Podemos hidratarnos!!!
Ya en materia, nos encontramos ante una línea que nos regala una roca de mejor calidad si cabe que la del día anterior. Finalizamos 260 mts. de 6b (V+ obligado), que llevan por nombre “El Intelectual”, en recuerdo de Alex Bonilla.
Un espectacular último largo brinda a Simón la oportunidad de pitonar el paso clave al son de los cánticos de sus tres acérrimas seguidoras: “dime tu nombre, y te haré reina en un jardín de rosas…..” (Todavía no entiendo el porqué de ese gesto constreñido en la cara de Simón).
Nuevamente pisamos la cima del Balaitus, y desde ahí descendemos destrepando entre resoplidos y bufidos, todo sea dicho (y es que aquí la roca ya es “otra cosica”), hasta el collado de los Sarrios. Enlazamos con la vira Beraldi y recorremos la arista hasta el Cap Peytier-hossard, para seguir descendiendo por el Boulevard Packe hasta el Refugio de Larribet.
Hubiéramos disfrutado del buen hacer y de la tranquilidad de este refugio, de no ser porque había que rehacer las mochilas y bajar hasta el punto de partida para volver a casa.
Andar, anduvimos, eso sí.
Y disfrutar, mucho.

Nota.- (¿Ves, Simón, cómo la contención tiene su premio? ¿A que ya se te ha pasado la contractura mandibular?)

Maialen

1 comentario:

Caminante dijo...

He llegado hasta aquí llevada por el boletín de noticias de la FMM de 15 de julio, en que mencionaba el proyecto karakorum.
Soy curiosa, de ahí que haya seguido leyendo más... y más... . Balaitus, lo intentamod en dos ocasiones en sept. de 2008 y 2009 y nos chasqueó el tiempo.
El nivel... nada que ver con vuestra subida por la cara norte, para nada, por lo más fácil y prau.
Volveremos la semana que viene, la idea es subir por la Gran Diagonal y bajar por la Brecha Latour ¡la idea!
Os copio el artículo para publicarlo en mi página, mencionando vuestra autoría y enlazándoos ¡faltaría menos!
Lo pondría en una fecha no lejana.
besos, que os vaya bien y disfrutéis.
de haber algún inconveniente me lo decís y no lo pondría: PAQUITA